27 de mayo de 2007

La triste realidad de Ferro Carril Oeste

Así como Arsenal de Sarandí, por ejemplo, es un equipo que escala día a día en la montaña del fútbol argentino, hay otros que son víctimas de la pronunciada pendiente que separa a los clubes de "elite" y los denominados "chicos". Esto último ocurre con Ferro Carril Oeste, una institución que carga con dos títulos de Primera División (Nacional '82 y '84), pero que por estos días lo único que tiene en mente es no seguir cayendo, en este caso, al tercer escalón del fútbol argentino.
Desde hace unas fechas, el equipo de Caballito está condenado a jugar la Promoción con un equipo de Primera B, que será el campeón del Reducido. La presente campaña lo deposita en la 19° y penúltima posición (tiene 12 puntos y supera únicamente a Talleres), lo que lo condenó a esta incómoda situación. Y detrás de la pobre campaña hay números que justifican la realidad: lleva 12 partidos sin conocer la victoria, 709 minutos sin convertir y, como si fuera poco, es el único equipo del fútbol argentino que todavía no marcó goles en el 2007 como local.
Por la 5° fecha, Ferro logró su último éxito; fue ante Platense, en Vicente López, 1 a 0 con el gol de Damián Akerman. Cinco fechas después, el 31 de marzo, en el partido con Aldosivi, Julián Kmet marcó a los 11 minutos el 2 a 0 parcial para el equipo de Caballito (luego terminaron 2 a 2). Lo particular de aquel tanto es que fue el último; es decir, dos meses sin hacer goles. Casualmente, Akerman (3), que falló dos de los tres penales que tuvo, y Kmet (2) son los únicos que marcaron en el Clausura; el "Verdolaga" hizo solo cinco goles, y por supuesto, es el equipo con menor cantidad de tantos hechos en el torneo.
Como es de esperar, el ánimo del plantel, dirigencia, y sobre todo del hincha, no es agradable. La guillotina se llevó la cabeza del técnico, Oscar Garré, un legítimo ídolo de la institución. Otro campeón del '86 tomó el fierro caliente: José Luis Brown. Tiene una tarea difícil, porque su destino va a estar condicionado por una sola cuestión: la Promoción.
Andrés Villa

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